[Reseña] Metro 2033 - Dmitri Glukhovsky |Un buen libro que llevarte al bolsillo

[Reseña] Metro 2033 - Dmitri Glukhovsky |Un buen libro que llevarte al bolsillo

Aquí te explico mi experiencia con el libro del ruso Dmitri Glukovsky, cuya premisa es prometedora, pero que queda empañada por un desarrollo desastroso.

Mi primera toma de contacto con la novela vino de la mano del videojuego, cuyo título es exactamente el mismo. Se trataba de un juego en primera persona ambientado en un futuro post apocalíptico. El jugador debía sobrevivir a base de poca munición y exploración, recolección de recursos y atención al entorno. Se trataba de sobrevivir mientras el protagonista iba viviendo una historia interesante que, para esta ocasión, coinciden novela y juego. No ocurre así con la segunda parte, pero eso bien merece una entrada nueva.

Esta reseña está dividida en tres fases, que curiosamente componen los elementos de la trama. Te adelanto lo que vas a encontrar a continuación:

INTRODUCCIÓN - OK
DESARROLLO - NEFASTO
DESENLACE - ¡SUBLIME!
Imagen Metro 2033 videojuego
El videojuego ofrece una narrativa brutal para 1 jugador

[Introducción] - Año 2013: el fin del mundo

La premisa de la novela es que nos centramos en un futuro donde han pasado 20 años desde que el mundo colapsó debido a una lluvia de bombas nucleares. No se explica el conflicto que lo desencadenó, simplemente, cayeron bombas alrededor de todo el planeta y la civilización humana llegó a su fin.

Hasta aquí todo parece bastante genérico, pero el autor nos encandila con un mundo subterráneo donde los humanos sobreviven a duras penas.

La superficie de Moscú ha quedado inhabitable y los sobrevivientes al holocausto nuclear consiguen salir adelante habitando el metro de la ciudad rusa.

Aquí el autor consigue abstraerte del mundo que te rodea y presentarte un mundo oscuro, sucio y decadente. Los andenes ahora son ciudades abarrotadas de chavolas, la gente respira un aire viciado y reina un calor en los túneles que no cesa ni en invierno.

Durante las primeras páginas es interesante conocer cómo los humanos han conseguido trasladar lo poco que queda de civilización al subsuelo, y cómo las diferentes ciudades (andenes) consiguen su propio desarrollo, normalmente mediante el comercio.

Los bienes que solemos encontrar en cualquier parte, son escasos o han desaparecido por completo, así que adiós al café (¿Te lo has tomado ya conmigo?). Por ejemplo, el alcohol lo consiguen a través de un hongo específico que crece en los túneles, este hace que cualquier bebida tenga un sabor horrible, pero al menos consiguen un buen colocón.

Los mercaderes hacen su negocio viajando entre ciudades (andenes) y muchos de estos núcleos urbanos sobreviven manteniendo una buena comunicación los unos con otros. Y aquí es donde empiezan los problemas. Quienes viven en el subsuelo luchan por mantener su estación a salvo del hambre y la pobreza, pero también de las criaturas que viven ahora en la oscuridad del Metro.

La nueva fauna subterránea está compuesta por monstruos mutantes, antaño ratas o perros, a saber. Muchas estaciones se ven amenazadas y componen su propia milicia, equipados con armas caseras de fuego que disparan una munición poco fiable.

Enseguida conoceremos al protagonista de la historia: Artyom. Un muchacho bastante joven, con poca o nula experiencia en combate y supervivencia, que debe acudir a pedir ayuda para defender su estación de los monstruos de la superficie.

Hasta aquí todo genial, pero llegados al desarrollo, la cosa se tuerce.

Metro 2033 superficie homo novus
“Si es hostil, lo matáis”, frase célebre del juego.

[Desarrollo] - Cuando sobran las palabras

Lo que prometía ser una aventura subterránea de terror y lucha, se vuelve una monotonía soporífera que no se comprende.

Uno mantiene en alza la expectativa en el momento en el que el protagonista comienza a poner un pie en los túneles para viajar hasta la siguiente estación. Pero van pasando las páginas y apenas ocurre nada. En su lugar aparecen personajes secundarios, sin peso ni desarrollo, que no aportan nada a la historia y, aun no aportando nada, acaparan más protagonismo del necesario.

Una parte rescatable es que el autor te presenta cómo se organizan las diferentes ciudades del subsuelo. Si una estación es de tránsito, impera un comercio que evoluciona a favor del núcleo. Si queda demasiado apartada, suele haber escasez de recursos y alimentos, además de ataques constantes de criaturas. Mientras que los andenes más grandes y habitables han implementado un sistema de gobierno para mantener el orden, consolidándose como ciudades/estados.

Estas ciudades juegan un papel importante en el metro, ya que suelen imponer su propia ideología frente a las más pequeñas, existiendo un régimen comunista, por un lado, y Nacionalsocialista, por otro.

También es reseñable las veces que Artyom debe salir a la superficie por diversas razones. El aire es irrespirable, el frío nuclear reina por doquier y el sol abrasa la vista. Solo se puede salir con trajes de protección nuclear y gafas de sol, además de máscaras y filtros.

En esos momentos el libro vuelve a acaparar la atención del lector, pero cuando hablan de la odisea bajo el suelo, vuelve a ser tedioso. Un amigo mío lo expresó de la siguiente manera, y le doy la razón:

"Puedes arrancar 100 páginas del medio y no enterarte de que faltan".

Por suerte, la última parte del libro bien merece la pena.

Metro 2033 anden ciudad estado
En Metro 2033 las ciudades son oscuras y estrechas

[Desenlace] - Cuando te quedas sin palabras

Después de leer entre 100 y 150 páginas de puro relleno, comienza una vertiente cuesta abajo que te lleva directamente a la acción, intriga y tensión, como no se había visto antes en toda la novela. Como si al autor le hubiera venido un ataque de inspiración en ese momento, se dejó de florituras y comenzó a poner al protagonista en situaciones de riesgo que deja al lector pegado a las páginas.

Por las hojas que van quedando de la novela, uno puede saber que no falta mucho para acabar y Artyom está lejos de cumplir con su propósito.

Lo que consigue el libro en esta última parte es tan increíble que asombra. La primera parte consigue atraerte por la introducción a ese mundo, pero esta tercera parte hace que no quieras que nadie te interrumpa y poder seguir con la lectura.

Todos los elementos que ya sabías que existían se posicionan con un nuevo grado de profundidad y, la verdad, una vez acabado el libro, la sensación que deja es muy positiva, aunque no se puede obviar el problema que ocasiona la mitad del libro.

Además, la novela quiere presentarte una nueva amenaza en ese nuevo mundo, demasiado mayor como para ignorarla. Una nueva criatura al que llaman “Homo novus”, el siguiente eslabón evolutivo que pondrá fin al reinado del Homo sapiens. Son racionales y viven en la superficie.


¿Sabías qué?…

Metro 2033 está inspirado en La Máquina del Tiempo de H.G. Wells.

La obra del autor londinense imaginaba una sociedad del futuro dividida en dos: los que vivían en la superficie y los que vivían bajo tierra (los eloi y los morlock). La novela nunca explicó el motivo que los llevó a vivir en el subsuelo y Dmitri Glukovsky se sirvió de este dato para ambientar su obra, así que, se puede considerar Metro 2033 como un complemento no oficial a la Máquina del Tiempo.


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